domingo, 3 de mayo de 2009

Ser o no ser China, esa es la cuestión



"Una China", eso es lo que dice la frase. Una expresión de esas cortas y simples que sin embargo conglomeran una cantidad de temas de fondo que hacen a la vida política de Taiwán, y que dividen a la población en distintos grupos. La frase además gana en fuerza por el contexto en el que fue escrita: la universidad de Chengchi (política en chino), entidad fundada por el Kuomintang, el partido que debió abandonar China continental tras ser derrotado por las fuerzas del Partido Comunista; partida que definió la separación formal de China en dos: la República Popular de China (RPC), la gigantezca porción continental maoísta, y la República de China (ROC) o Taiwán, la China insular, devenida en democracia.



Así que la frase "Una China" es del todo polémica, más que nada en Taiwán, la China que no es avalada por la ONU u otras organizaciones mundiales, lo mismo que por la mayoría de los países, excluyendo algunos pocos y pequeños que sí consideran a Taiwán como una república autónoma. Para la mayoría, Taiwán es solamente una provincia china y ya. Sin embargo, la vida de Taiwán ha sido en muchos aspectos independiente a la de China continental: la isla tiene un sistema político y económico aparte, tiene un presidente propio lo mismo que una estructura institucional completa. "Una China", política propuesta por la facción continental, implica la unión de estas dos entidades, aunque teniendo en cuenta eso que "El pez chico se come al grande", la suerte de Taiwán en esta asociación está determinada por las leyes de la naturaleza. Y lo peor es que a veces los peces chicos se dejan comer: como si no pudieran salirse de su rol de presa, se sirven en ofrenda para que la tradición evolutiva continue.



Acerca de la frase, me llamó la atención que los trazos de los ideogramas son algo crudos, así que preguntándole a amigos taiwaneses por este aspecto del grafiti, me comentaron que pudo haber sido escrito tanto por un taiwanés con muy mala caligrafía, por un estudiante chino con muy mala caligrafía o por un extranjero con muy mala caligrafía también. Esto porque los trazos y las dimensiones de los caracteres, lo mismo que sus componentes, lucen incorrectos. En general, la cursiva de los chinos es bien desordenada y ágil, pero mantiene la lógica de la escritura local, ofreciendo caracteres más "amamarrachados" pero bien compactos y equilibrados, inequívocamente escritos por manos orientales. No es el caso de este grafiti.



Lo más interesante de todo esto es la confirmación del baño como foro de ideas. El blanco de las paredes, emulando el color de la vacía hoja de papel, parece despertar la inspiración y la acción participativa de aquellos que llegan al baño, zona de “expulsión” por antonomasia, que parece también promover la excreción de reflexiones. Aunque la gran pregunta a hacerse es sí las ideas expresadas en el baño están al nivel de las otras evacuaciones que tienen lugar allí. Esto, sin lugar a dudas, suma a la perspectiva de aquellos que piensan que la política es una disciplina de facetas escatológicas. De cualquier manera, el futuro es de la ecológía, y a falta de papel, podrían las paredes erigirse como nuevos vehículos de pensamiento: las del baño seguirían respondiendo al undeground, mientras que las otras podrían hacer las veces de asambleas populares de lo más o menos aceptado.Este parece ser el caso efectivamente.

2 comentarios:

portraying dijo...

"De cualquier manera, el futuro es de la ecológía, y a falta de papel, podrían las paredes erigirse como nuevos vehículos de pensamiento..."

De hecho, las paredes y los muros, como el espacio del discurso público, son utilizados en la cultura china desde los tiempos imperiales (http://es.wikipedia.org/wiki/Dazibao)
Por lo tanto, esta “acción participativa” en el baño puede ser visto como una manera muy tradicional de expresión de las ideas políticas también :)

Takeshi dijo...

Interesante comentario Vikalau, refiriéndose a la importancia de la comunicación política popular en China, que tiene en el Dazibao, o gran poster, uno de sus más conocidos vehículos de expresión pública.

Gracias, Takeshi.