Este es un subte de esos que conforma una sistema complejo para quienes no lo conocemos desde el vamos, más que nada cuando intentamos ampliar nuestro campo de maniobras y de repente tomarlo para ir a lugares lejanos. Desde las amplias plataformas nacen distintos pasillos y corredores, que a veces conforman verdaderos laberintos densamente poblados, teniendo en cuenta que por día lo toman más de 1.250.000 pasajeros.
Por ende, debido a un giro a destiempo, a un paso mal dado, a un desliz menor, al efecto mariposa o a una maniobra compleja del destino, podemos adentrarnos en pasadizos interminables, mágicos, que sólo pueden ser sorteados por la ayuda de un transeúnte que pase sin un Ipod clavado en las orejas, de otro transeúnte que camine lento, de un código secreto encriptado en una frase de lo más común como "¡Muchachos, ayúdenme a salir de acá que tengo frío loco!", o de coordenadas que desafíen los puntos cardenales y la física, impresas en un antiguo... mapa turístico desplegable a todo color. Yo tuve múltiples vivencias patéticas durante mis primeras semanas relacionadas a este tema, y no acabé en la caja del Lost&Found por poco (¡lo loco es que el MRT de Taipei tiene un sistema de Lost &Found que funciona y no por una cuestión protocolar nomás!), muchas veces por confiarme demasiado y hacer un recorrido de memoria, sin saber que por ese mismo lugar pasaba otro subte que te lleva, por supuesto, a otro lugar, obviamente, distinto al que quería ir. Pero bueno, prueba y error hacen al conocimiento empírico; y yo en esto del subte y su recorrido todo, soy ahora un científico.
Hay subtes que van por debajo, como todo bien subte, hay subtes que se transforman en trenes metropolitanos que corren en rieles sobre-nivel (como por ejemplo la línea roja aquí en Taipei, que une dos puntos opuestos de la ciudad: Tanshui y Xintian algo así como un vínculo Retiro-Constitución, Norte-Sur, pero en ambos casos con la presencia de mucha vegetación, montañas, y sin tanta oferta sexual, boliches tropicales, venta de zapatillas, préstamos sólo con DNI y etcéteras).
Y Hay otra línea de subtes por ejemplo, la marrón, que es toda sobre-nivel y que tiene la peculiaridad de ser manejada a control remoto, a través de un sistema digital de conducción. Este es por ende, un subte sin motorman a la vista. Tétrica vista, futurista realidad presente, pequeño gran detalle. Amantes de las teorías conspirativas y del control, por favor abstenerse de tomar esta línea.
Pero cualquiera sea la línea de subtes que nos tomemos, una vez adentro de la estación, al pasar por los molinetes y cruzar una determinada franja amarilla(el pasaje se abona con una tarjeta multiuso que se llama Easycard, con la que se pueden pagar todos los medios de transporte, peajes, estacionamientos y más seguramente) uno se inserta en un mundo estrictamente legislado.
Dicho mundo esta conformado por una serie de reglas que deben ser respetadas taxativamente; de no ser así, hay multas como para tirar al techo y muchos oficiales y cámaras registrando que los usuarios no violemos estas normas. Algunas de ellas son:
* No comer en el subte
* No tomar ningún tipo de bebidas en el subte
* No hablar en voz alta
* No masticar chicle
* Hablar por celular sólo si es necesario y utilizar SMS de ser posible
* Hablar por celular sin levantar la voz
* La multa más cara es por bajar a las vías, en tal caso hay que pagar el equivalente a $5000 pesos argentinos.
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